
En el marco del Día Mundial de la Salud Sexual, GSK hace un llamado a fortalecer la educación sexual en Colombia, especialmente entre los jóvenes, como estrategia clave para enfrentar el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que continúa siendo uno de los principales desafíos de salud pública en el país y en el mundo. De acuerdo con el Ministerio de Salud, en 2024 se registraron 185.954 personas viviendo con VIH, la mayoría entre los 20 y 39 años, y de este total, aproximadamente el 82,8 % son hombres. En paralelo, el Instituto Nacional de Salud reportó 20.008 nuevos casos ese mismo año, lo que equivale a un promedio de 55 personas diagnosticadas cada día y a una tasa de 38 casos por cada 100.000 habitantes. Aunque la cifra representa un incremento frente a años anteriores, responde también a la mejora en los diagnósticos después de la caída durante la pandemia. Sin embargo, se estima que cerca de 44.000 personas viven con VIH sin conocer su diagnóstico, lo que constituye uno de los mayores retos de salud pública.
Un panorama aún más preocupante es la reducción en el acceso a la educación sexual integral. En 2015, el 95,1 % de las mujeres y el 94,4 % de los hombres afirmaron haber recibido información sobre sexualidad. Para 2025, estas cifras descendieron a 80,4 % y 71,4 %, respectivamente. Esta caída de más de 18 puntos porcentuales expone a adolescentes y jóvenes a la desinformación, mitos sobre la transmisión y una percepción limitada del riesgo, lo que incrementa su vulnerabilidad frente al VIH. El aumento en los diagnósticos y la disminución en la educación sexual evidencian la urgencia de reforzar la prevención, pues enfrentar el VIH no se limita al diagnóstico oportuno y el acceso a tratamiento: implica también combatir el estigma y los tabúes.
El concepto I=I (Indetectable = Intransmisible) ha cambiado la manera de entender el VIH, al demostrar que una persona en tratamiento antirretroviral que alcanza una carga viral indetectable no transmite el virus. Este mensaje salva vidas y contribuye a reducir la discriminación. Sin embargo, persisten brechas entre conocimiento y confianza. El estudio Positive Perspectives 3 (PP3) de ViiV Healthcare, realizado a 698 personas en 16 países, reveló que aunque el 93,7 % ha escuchado sobre I=I, solo el 58,1 % confía plenamente en ello y un 31,1 % no logra explicarlo a otros.
“Esto confirma que saber no siempre significa creer, y que la educación y la comunicación clara son fundamentales para que la ciencia se traduzca en impacto positivo, seguridad, autocuidado y reducción efectiva del estigma”, afirmó el doctor Andrés Cuestas, gerente médico de GSK para VIH. El especialista insistió en que el VIH no se enfrenta únicamente con medicamentos, sino también con la lucha contra los tabúes en colegios, familias y sociedad, y contra la desinformación en redes sociales que confunde a los jóvenes y aumenta los riesgos. “La detección temprana permite acceder a un tratamiento eficaz, alcanzar indetectabilidad y cortar la cadena de transmisión. La prueba de VIH es la columna vertebral de la prevención. Si bien hemos avanzado, aún queda mucho por hacer en educación, uso del preservativo, reducción de conductas de riesgo y, sobre todo, en abrir la conversación para eliminar el estigma asociado”, agregó.
En línea con el llamado de la UNESCO, GSK recordó que la educación sexual integral no solo promueve prácticas seguras, sino que también reduce la discriminación y abre el camino hacia una sociedad más informada y libre de prejuicios. “El panorama en Colombia es claro: sin acceso a información veraz, sin diagnóstico temprano y sin espacios de diálogo abierto desde la adolescencia, seguiremos postergando la eliminación del VIH. Invertir en educación sexual es invertir directamente en detener la epidemia”, concluyó el Dr. Cuestas.
📌 Con información y datos suministrados por GSK.











