Tomado de Facebook: Barriga-chia, Jairo.

La línea Base del anterior Pacto Histórico es decir el del 2022, dejó un presidente con su correspondiente vicepresidenta, 19 senadores y 26 representantes a la cámara.
Quienes participaron en la consulta de este 26 de octubre de 2025 a la presidencia, senado y cámara de representantes se enfrentan a varios baches en el camino a una curul en el modelo parlamentario y presidencial de la República de Colombia.
En primera instancia la corrupción, es como una melcocha, es como el mensaje de Transmilenio que le dice Chupe Caramelo de Jengibre, entonces las clientelas y las alianzas que llevaron a alquilar maquinaria a la derecha sumaron votos y ese camino ha sido escogido por variados sectores que han acumulado algo de poder en el tránsito de estos cuatro años, porque ya fueron electos en listas cerradas que no garantizaron democracia.
El segundo factor a tener en cuenta es la real votación que se tenga que dar en el año 2026, teniendo en cuenta que los partidos de la derecha están tranquilos administrando las 1033 alcaldías, 30 gobernaciones, 11.965 concejos municipales. Es decir, la correlación de fuerzas es muy superior en los territorios cuando se suman las derechas y se unifican, incluso hay sectores en donde aún divididas superan al Pacto Histórico.
El tercer factor es la necesidad de superar la línea base actual en materia parlamentaria, las reformas no pasaron entre otras porque las curules del Pacto Histórico no encarnaron los objetivos colectivos, no se hizo legislativamente lo necesario para sobre todo abrirle camino al ejecutivo y facilitar la implementación de las políticas, de tal manera que no es difícil superar dicha línea en cuanto a que fue muy poco lo que aportaron los parlamentarios de salida, (varios de los que están allí, se hicieron contar y se quedan otros gracias a que literalmente faltonearon las bases, se van).
El cuarto factor consiste en la articulación con la bases sociales y políticas, si bien se acude con ropa blanca y se sonríe bonito en campaña, el ejercicio de los cargos representativos en la Izquierda, han servido para fraguar los traumatismos de la infancia, la ausencia de validación en su circulo familiar y la necesidad de satisfacer un ego poroso al cual no le caben las alabanzas, los aplausos y los halagos pues ya son recipientes rotos con filo en sus porcelanas.
El quinto que no es malo radica en la construcción de una narrativa sostenible, el CAMBIO se compra fácil en estos tiempos del Post Uribismo, el cual se caracteriza por un vacío en la narrativa del Uribismo y sus partidos tradicionales, la emergencia de una posibilidad de cambio, que puede verse frenado, estancado e incluso retroceder en materia de derechos ante la incapacidad de lograr las mayorías. De tal manera que el bucle cuando de un giro en la espiral del desarrollo permita continuar con las transiciones en periodos posteriores, como dicen las abuelas “la cobija no es para un solo aguacero” y si no se siembran cambios, la cosecha va a dejar un revés pues las derechas, aunque están en este tiempo instables, son resilientes y van a volver al ataque.











