
Entrevistas y artículo por: Andrés De La Cuadra
Tibanica prensa visitó pleno corazón de Bogotá, en el barrio Santa Fe, conocido como la “zona de tolerancia” por el auge del trabajo sexual a cielo abierto y el ambiente de rumba, licor y consumo de drogas, resiste una propuesta cultural distinta. Allí, entre calles que han visto transformaciones urbanas y sociales profundas, vive y vibra la Fundación Sonido Mestizo, un espacio dedicado a la formación de niñas, niños y adolescentes en las músicas y danzas tradicionales de Colombia.
Además de su labor pedagógica, la fundación lidera un proyecto de turismo comunitario y cultural que busca resignificar el territorio: Mestizo Tours, una serie de recorridos barriales que visibilizan y preservan el patrimonio material e inmaterial de una de las localidades más emblemáticas de Bogotá, alguna vez también una de las más prósperas de la ciudad.
El barrio Santa Fe nació hacia 1930, diseñado por el urbanista Karl Brunner como una zona residencial con un trazado vial ordenado y espacios de encuentro cultural como iglesia y teatro. Sin embargo, el crecimiento de Bogotá, sumado a la modernización urbana, los cambios arquitectónicos y los desplazamientos forzados producto del conflicto armado, transformaron el paisaje.
El centro se fue deteriorando, pero quienes llegaron desplazados no solo trajeron maletas: también trajeron consigo sus tradiciones, saberes y prácticas artísticas y culturales. Así fue emergiendo un Santa Fe mestizo, diverso y lleno de expresiones vivas que hoy dan identidad al barrio.
De esa mezcla nació la Fundación Sonido Mestizo, creada por el artista y administrador público Daniel Romero Ávila, quien ha vivido gran parte de su vida en Santa Fe. Anclado al territorio, Romero encontró en la diversidad cultural de sus habitantes una fuente de inspiración y compromiso.
“Santa Fe está lleno de historias y memorias que no deben perderse. Aquí se siente el pulso de muchas regiones del país”, asegura Daniel. Por eso, desde Sonido Mestizo busca preservar ese patrimonio formando a niñas, niños y adolescentes en músicas y danzas tradicionales, especialmente de la costa atlántica, sembrando en ellos orgullo por sus raíces y una forma de resistencia cultural frente al estigma social del barrio.
Además de su labor artística, Sonido Mestizo impulsa Mestizo Tours, un proyecto de turismo comunitario que integra la gastronomía, la música, el arte social, los saberes ancestrales y hasta la memoria funeraria del barrio.
La propuesta busca resignificar el centro de Bogotá como un territorio diverso, regenerativo y de paz, conectando a visitantes con experiencias que exaltan la memoria colectiva desde la voz de sus propios habitantes.
“Mestizo Tours es una apuesta por la reconciliación y el agenciamiento comunitario”, explica Romero, convencido de que el turismo puede convertirse en una herramienta para dignificar el barrio y fortalecer sus redes sociales y culturales.
Cada sábado, el sonido de los tambores y las danzas tradicionales llena de vida el barrio Santa Fe. Allí, la Fundación Sonido Mestizo se convierte en un espacio de encuentro donde niñas, niños y adolescentes aprenden que la cultura es una forma de resistencia y también de esperanza.
Quienes quieran acercarse a este proyecto pueden hacerlo a través de sus redes y plataformas digitales:
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*Consultor en Comunicación Estratégica y Derechos Humanos











