




Bogotá le apuesta a la cultura ciudadana para enfrentar uno de sus mayores desafíos: la gestión de residuos. Con la estrategia de innovación cultural territorial Barrios Vivos, liderada por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, se han puesto en marcha diez laboratorios de transformación cultural en diferentes localidades, con el propósito de promover soluciones sostenibles y fortalecer la corresponsabilidad en el manejo de los desechos.
Desde junio de este año, comunidades de Usme, Tunjuelito, La Candelaria, Los Mártires, Rafael Uribe Uribe, Engativá, San Cristóbal, Fontibón, Teusaquillo y Barrios Unidos trabajan junto con la Administración Distrital en iniciativas que integran arte, pedagogía, tecnología y participación ciudadana. Estos procesos no solo buscan mejorar la separación, disposición y aprovechamiento de los residuos, sino también construir confianza entre vecinos, recicladores, comerciantes e instituciones, reforzando el orgullo de habitar en Bogotá.
“El cambio cultural empieza en lo cotidiano: en la cuadra, en el barrio y en hábitos sencillos como la forma como disponemos nuestros residuos y cuidamos el espacio público. Con Barrios Vivos estamos haciendo transformaciones culturales situadas de la mano de la comunidad. Esto no solo permite cambios comportamentales, también construye confianza entre las personas y en las instituciones”, afirmó Santiago Trujillo, Secretario de Cultura, Recreación y Deporte.
Los laboratorios, que continuarán hasta septiembre, son fruto del diálogo comunitario y dejan capacidades instaladas en los territorios para garantizar que los logros perduren en el tiempo. Cada intervención responde a problemáticas concretas de los barrios, y se acompaña de actividades culturales, artísticas y pedagógicas que resignifican el espacio público.
Ejemplos de transformación en los barrios
- San Felipe (Barrios Unidos): implementación de un sistema escalonado de disposición, vigías ambientales y uso de herramientas digitales para coordinar la recolección con recicladores.
- Galerías (Teusaquillo): intervenciones artísticas, música y pedagogía para combatir la acumulación de residuos.
- Bachué II (Engativá): embellecimiento de contenedores y actividades culturales que promueven su uso adecuado.
- Paloquemao (Los Mártires): un botadero ilegal se transforma en galería a cielo abierto con murales y talleres comunitarios.
- 20 de Julio (San Cristóbal): creación de un punto verde con compostaje y huerta urbana que convierte los desechos en oportunidades.
- La Candelaria: campañas pedagógicas y urbanismo táctico para mejorar la disposición de residuos de restaurantes.
- Fátima (Tunjuelito): dispositivos interactivos, guías prácticas y mensajes claves para transformar hábitos ciudadanos.
- Chircales (Rafael Uribe Uribe): ciclo de talleres que fortalecen la corresponsabilidad en la gestión de residuos.
- Plaza de Mercado de Fontibón: mural, señalética y pedagogía con comerciantes para cumplir horarios de recolección.
- Marichuela (Usme): pacto comunitario e intervención urbanística para recuperar la plazoleta de los contenedores.
Con estas acciones, Bogotá demuestra que la cultura ciudadana es un camino eficaz para enfrentar retos ambientales y sociales. En lo que resta de 2025, se implementarán 23 laboratorios más en toda la ciudad, multiplicando las experiencias de transformación cultural desde los barrios.
¡Celebremos la transformación cultural desde los barrios, celebremos Barrios Vivos!