El horror tocó de nuevo a la prensa libre. El domingo, un ataque aéreo israelí asesinó al periodista de Al Jazeera, Anas al-Sharif, junto con cuatro miembros de su equipo en Gaza. La ofensiva fue reivindicada de inmediato por el Ejército israelí, que lo acusó de “líder de una célula de Hamás”, un señalamiento que Al Jazeera y fuentes independientes califican como infundado.

Este lamentable hecho se suma a una sangrienta cifra: al menos 178 trabajadores de medios han sido asesinados en el conflicto, una cifra que ya convierte esta guerra en el más letal para periodistas en tiempos modernos, según la CBS NewsAl Jazeera.
No es un incidente aislado. En marzo, el joven reportero Hossam Shabat, de Al Jazeera Mubasher joven, fue blanco de un ataque mientras reportaba desde Gaza; su coche fue directamente atacado, sin advertencia alguna, información que fue publicada en Al Jazeera+1.
Estos asesinatos se inscriben en una estrategia sistemática y escalofriante de silenciar las voces que documentan los crímenes en Gaza. Al Jazeera ha condenado enérgicamente esta política y ha insistido en la exigencia de protección para sus corresponsales, así como en la necesidad de justicia internacional por estos crímenes contra periodistas Al JazeeraAl Jazeera Media Network.
El periodismo es la primera línea de defensa contra la opacidad y la impunidad. Hoy, más que nunca, debemos elevar nuestras voces con decisión:
- Para condenar estos asesinatos.
- Para demandar que se respete el derecho de la prensa a informar sin miedo.
- Para exigir protección efectiva a los periodistas en zonas de guerra.
Mientras algunos gobiernos autorizan la ocupación total de Gaza, otros medios deben responder con humanidad, memoria y justicia.